domingo, 20 de noviembre de 2011

Como una droga

Ayer fui a la Tabacalera porque un amigo de una amiga daba un concierto ahí y me encontré con el personaje Raúl Querido. Era un Concierto de reflexión y lo que saqué es que no sé cómo he podido vivir sin conocer sus canciones.

Nos hizo disfrutar con temas dedicados a Gallardón o a Amaia Montero y, según mi amiga, cada mes graba como cuatro discos, así que tengo un largo recorrido para conocerlo más profundamente.

El sonido era bastante malo, su voz no tenía el don para la música y las letras no rimaban, pero fue el concierto más divertido en el que he estado nunca. Raúl Querido es como la droga: es malo, pero engancha. 

 Raúl Querido en la Tabacalera