domingo, 10 de abril de 2011

Sociogamia

Cómo nos gusta estar tristes, ver el vaso medio vacío y alargar el tormento hasta que ya no dé más de sí. Las maravillosas redes sociales también han aportado su granito de arena en este aspecto. Cómo nos gusta meternos en el perfil de quien nos ha dejado para ver lo magnífica que es su vida, pero como buena red social, tenemos apoyo de los miles de amigos que no conocemos. En Facebook no faltan grupos como “Cuando estoy triste me pongo a escuchar canciones que me deprimen más”, y las variaciones son infinitas.
Navegando por la red me doy cuenta de que las posibilidades son incontables y que pasamos más tiempo en Internet que con nuestra pareja. Hoy en día resulta curiosa la monogamia impuesta. Parece que pensar en otra gente fuera casi una traición a nuestra pareja. Hay muchas personas con las que uno sería perfectamente compatible (¿Con cuántas has coincidido con un “Me gusta”?). Si se pudiera tener una relación con cada una, quizá los embrollos mentales serían más evitables. Como socialmente no estamos acostumbrados -preparados- a que sea así, al final te ves forzado a elegir. A elegir y a dudar.
El problema de una relación es que consideramos que la pareja tiene el monopolio del cerebro, o al menos el fragmento más grande y pesado de él.  Viéndolo así, la monogamia es una especie en extinción, señores. ¡Bienvenidos a la “sociogamia”!
Si alguien se acerca es para invadir terreno y eso, por supuesto, es tremendamente doloroso. Yo creo que quizá esa soberanía se descubre al final. Cuando entre todos los nombres, el que ha permanecido más tiempo, el que ha dejado mayor impresión, es el suyo. El que más veces ha aparecido en tu historial de búsqueda cibernética, vaya. Ya lo dice mi amor en otro grupo: “Si estar en Facebook es una enfermedad, prefiero no curarme”
¿Cuándo fue la última vez que se conectó? ¿De quién se ha hecho amigo? A las cosas hay que ponerles un límite. Se necesita calma en esta vorágine social para disfrutar. Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca debes rogar que el viaje sea largo lleno de peripecias, lleno de experiencias escribía Kavafis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario